Las alteraciones de la conducta más frecuentes que encontramos en los gatos a partir de los diez años son las siguientes:
1. Micción o defecación fuera de su bandeja
Son gatos que dejan de hacer todo o parte de sus deposiciones u orina fuera de su bandeja habitual sin que haya ninguna causa que lo justifique : cambio del lugar de la bandeja o cambio de esta por otra diferente, falta de limpieza en la misma, o dificultad de acceso ( una puerta cerrada). En cualquier caso, cualquier cambio en los hábitos higiénicos del gato, exige un examen físico completo para descartar patologías que puedan provocarlo: cistitis, insuficiencia renal, diabetes, cáncer...
Existen una serie de medidas correctoras de este comportamiento:
- Aumentar la atracción hacia la bandeja, logrando que ésta sea el lugar preferido para evacuar: se puede agrandar, poner más bandejas a su disposición, cambiar el tipo de arena (por regla general prefieren la más fina), eliminar tapas o cobertores, evitar desodorantes o perfumes fuertes y por supuesto mantenerla limpia.
- Conseguir que los lugares inapropiados donde elimina sean de difícil acceso: cerrar la puerta, poner un mueble, cubrir una maceta con una malla, todo depende del sitio.
- Existe medicación que ayuda a corregir este tipo de comportamiento, en caso de que las medidas anteriores no hayan funcionado.
2. Agresión
En ocasiones los gatos a medida que van cumpliendo años pueden manifestar algún tipo de conducta agresiva, siendo este tipo de agresión dirigida con mayor frecuencia hacía otros gatos con los cuales convive, más que hacía las personas. Este tipo de agresión puede ocurrir en diversas circunstancias:
- Agresión territorial: cuando otros gatos o personas invaden su espacio.
- Agresión por temor o defensiva: al estar disminuidos sus sentidos (vista y oído) y capacidad de huida ( se vuelven más torpes), puede reaccionar agrediendo.
- Agresión desviada: el objeto de la agresión no es el estímulo que lo desencadena, sino cualquier otra circunstancia que le provoca miedo o excitación.