La enfermedad adrenal del hurón es una patología muy común en hurones con una edad comprendida entre los 3 y 7 años. Tiene una etología ultifactorial y se ha relacionado, entre otros factores, con la temprana edad a la que son esterilizados los hurones, existiendo un flujo continuo de hormonas sexuales de forma que las glándulas adrenales de los animales afectados sufren hiperplasia, que puede evolucionar a adenoma o adenocarcinoma. El tratamiento de la enfermedad adrenal puede ser quirúrgico, que sería en la mayor parte de los casos la elección más adecuada puesto que permite la extirpación de la glándula afectada por lo que en casos iniciales supone la solución del problema y además permite analizar las glándulas y determinar si existe tumoración. Pero cuando por diferentes motivos, la cirugía no es posible, existe la opción de un tratamiento médico a base de implantes de acetato de deslorelina cuya acción bloquea las hormonas sexuales y logra controlar los signos clínicos de la enfermedad pudiendo ofrecer una buena calidad de vida al animal enfermo pero, por su mecanismo de acción, no es capaz de frenar el desarrollo de tumores siendo su pronostico impredecible.
La enfermedad adrenal del hurón o hiperadrenocorticismo tiene una etiología multifactorial:
- Genética: en nuestro mercado podemos encontrar dos tipos de hurones, los nacionales que derivan de hurones cazadores (de un tamaño más pequeño, más nervioso y posiblemente con menos problemas de salud) y los hurones americanos o Marshall, de mejor carácter como mascota pero con más problemas de salud, posiblemente por descender de animales de laboratorio con una alta consanguinidad y muy homogéneos desde el punto de vista genético.
- Fotoperiodo: juega un importante papel en la salud de estas mascotas y deberá estar entre las 10 y las 12 horas de luz total al día, teniendo en cuenta tanto la luz natural como la artificial. No es raro encontrarnos con hurones con fotoperiodos totales de 20 horas. Esto es un estímulo hormonal muy importante.
- Dieta: los hurones son carnívoros estrictos y su dieta ha de reflejar este hecho. Se sospecha que las dietas usadas tradicionalmente en nuestros hurones mascota podrían ser carcinogénicas en periodos largos de tiempo. Se ha comprobado que en hurones mantenidos con dietas basadas en carne fresca raramente aparecen cánceres, y cuando aparecen, es en animales mayores de 7 años. También parece ser que las dietas con un contenido de más de un 2,5% de fibra tienen efectos carcinogénicos sobre las glándulas adrenales del hurón.
- Castración precoz: tradicionalmente se ha castrado a los hurones de forma muy temprana, con esto se pretende disminuir el olor del hurón (con un alto componente hormonal) y evitar el hiperestrogenismo en las hembras. Estas castraciones tempranas juegan un rol muy importante en la aparición del hiperadrenocorticismo a partir de los 3 años de edad, por los efectos de la esterilización sobre el sistema endocrino inmaduro, que podría aumentar las probabilidades de sufrir neoplasias, si bien este es un punto muy discutido.
El tratamiento más utilizado, por ser más eficaz, en la enfermedad adrenal del hurón es el tratamiento quirúrgico.
Fragmento reproducucido de parte del artículo escrito por Silvia Ugalde Bilbao