Cuando nos planteamos tener un perro, tenemos que hacer una reflexión profunda de lo que ello supone. Un perro es un ser vivo como nosotros: necesita comer, pasear varias veces al día, ir al veterinario, cariño. No podemos cogerlo por capricho, por obligación o imposición de otros miembros de la familia, ni tampoco esperando aptitudes muy concretas. Un animal, al igual que una persona, tiene sus defectos y virtudes, por lo que cuando lo cogemos, tenemos que estar mentalizados de ello.
Una vez que tenemos esto claro, tenemos que dar el siguiente paso: decidir qué perro queremos acoger. Cada raza y luego en particular cada perro tienen unas características. Unos son más nerviosos que otros, más cariñosos, más activos, menos, en todo esto el veterinario nos puede ayudar mucho.
Quiero recalcar una serie de consejos que van encaminados a la hora de comprar un perro :
- Está prohibida la venta «online» y anuncios de venta de animales de compañía.
- Los perros deberán tener una edad mínima de dos meses en el momento de la venta.
- Exigir siempre factura y deberá llevar aparejado un contrato escrito de compraventa, que contendrá las cláusulas mínimas que se establecerán reglamentariamente.
- A la hora de escoger un perro, tener siempre en cuenta la condiciones higiénico-sanitarias del habitáculo donde se aloja. Si son malas puede conllevar problemas sanitarios.
- Una vez adquirido, haced cuanto antes una visita de revisión en vuestro veterinario para detectar cualquier posible defecto, patología, síntoma de enfermedad, e incluso falsedad o engaño en la documentación o en el trato acordado. De este modo podremos hacer cualquier reclamación en plazo.
Por último siempre que hayáis recogido al perro la primera visita debe ser a vuestro veterinario, que es el que mejor os podrá aconsejar de todo lo que hacer con el cachorro y si presenta algún síntoma de enfermedad.