Muchos propietarios de perras y también gatas oirán esta palabra de boca de su veterinario o compañeros de paseos caninos.
En este artículo quiero comentar de una forma entendible para los propietarios de perras y gatas, que es esta enfermedad, que puede haber provocado a mi perrita o gatita esta enfermedad, como puedo saber que mi mascota tiene esta enfermedad, es grave esta enfermedad y que tratamientos efectivos tiene.
¿Qué es una piometra?
Es una infección purulenta de la matriz de perras y gatas. Como sabréis la matriz es el órgano reproductivo de la perra o gata como de otros muchos animales, e infección purulenta significa una colonización de la matriz por bacterias (microorganismos) patógenos que al crecer sobre la matriz, provocan un daño sobre ella que resulta en la producción de pus, esa sustancia repugnante que tienen las espinillas, aunque no tiene que ser siempre color crema, puede ser, más rojizo, sanguinolento, achocolatado, etc.
¿Cómo puedo saber si mi mascota tiene esta enfermedad?
Bueno hay varios factores que predisponen a que una perra pueda tener durante su vida esta enfermedad, luego si estos factores se dan en nuestro animal, tenemos que estar más alerta, por que nuestro animal tiene más posibilidades que uno que no los tenga, de padecer esta enfermedad. Estos factores son:
- La edad es un factor de riesgo, se da más en animales a partir de los 5-6 años pero se puede dar en animales menores de un año de edad.
- Perras que tienen embarazos psicológicos.
- Perras que tienen celos de duración mayor a la habitual (tres semanas en perras), o no tienen la frecuencia habitual de cada 6 meses.
- Perras o gatas que se les ha inhibido el celo con pastillas o inyecciones.
- Perras o gatas que tienen algunos de los factores relatados con anterioridad en su aspecto reproductivo, están más predispuestas que otras que no los tienen a padecer esta enfermedad.
Los síntomas que nos deben preocupar ante la posibilidad de que nuestra mascota padezca esta enfermedad y por tanto debamos llevarla al veterinario. Los principales son:
- Perdida de apetito y estado apático o tristón.
- Aumento considerable en la ingestión de agua , acompañado de una perdida de apetito.
- Fiebre (para los perro y gatos se considera fiebre una Temp. Superior a 39 ºC , tomada esta en el recto durante 3 minutos).
- Supuración vaginal, sanguinolenta, color crema, achocolatada, etc. Cualquier flujo vaginal fuera de la regla nos debe alertar. Este es uno de los síntomas más indicativos de esta enfermedad.
Para que un animal tenga esta enfermedad no tiene por que tener todos estos síntomas, algunas veces el animal, sólo muestra pedida de apetito y apatía, otras veces, sólo la supuración, etc. Siempre que tengamos alguno de estos síntomas debemos acudir al veterinario por que nuestra perra o gata podría sufrir una piometra, el veterinario será el que nos dirá si lo que padece el animal es esta patología u otra.
¿Es grave esta enfermedad?
Es una enfermedad muy grave, una piometra, puede llegar a ser mortal, si no se trata adecuadamente. De hecho es una de las causas más frecuente de mortalidad en perras y gatas.
¿Qué tratamientos efectivos tiene esta enfermedad?
Salvo aquellas excepciones en que el animal por motivos médicos (que tenga alteraciones orgánicas graves que contraindiquen la cirugía) o de alto valor reproductivo de la hembra, no este indicada la cirugía, la mejor solución y definitiva es la ovariohisterectomía, es decir, quitarle mediante una operación, los ovarios y la matriz. La operación correcta es esta, no quitar la matriz y dejar los ovarios, por que si se hiciese esto la perra seguiría teniendo celos aunque no con sangrado, podría desarrollar patologías ováricas y estaría predispuesta a tumores de mama. Si no va a poder tener nunca cachorros para que dejar estos riesgos al animal.
Para mi las únicas excepciones válidas para no operar a una perra con piometra son un caso no muy grave y que al ser joven se quiera no perder la capacidad de tener alguna camada, en ese caso se podría tratar el animal con antibióticos y prostaglandinas para intentar poder salvar la capacidad reproductiva , de todas formas habrìa que estar muy pendientes de ese animal y lo más seguro es que en un futuro recayese y hubiese que intervenirlo para solucionar el problema de forma definitiva o animales con otras patologías graves que les hagan junto a esta no poder superar la operación, en cuyo caso no nos quedaría más remedió que tratar con antibióticos y prostaglandinas hasta que Dios quisiera.
Una vez que la perra está diagnosticada, es muy importante no demorase en operarla, una vez se sepa que su estado orgánico es adecuado, y eso para mi es no deshidratación, no insuficiencia ni renal, ni hepática hay que operarla inmediatamente, no tiene sentido medicar con antibióticos, varios días un vez se estabiliza con sueroterapia y antibióticos, operar lo antes posible es la mejor opción.